El Chelsea le arrebata otra final al Benfica en el ultimo segundo

16.05.2013 16:43

 

Habrá quien diga que al Benfica le faltó marcar en las múltiples ocasiones que tuvieron sus delanteros, que es cosa de una maldición histórica, que tuvieron más posesión, que merecieron ganar, incluso por puntos. Pero el Chelsea vuelve a vencer en la final de una competición europea cuando tenía las estadísticas y las impresiones en contra. ¿Y eso qué es? ¿Eso no cuenta? El Chelsea sabe competir. Es un equipo deficiente, desequilibrado, que se maneja bien en su área cuando toca defender con uñas y dientes, y en la contraria cuando amenaza con una jugada a balón parado. No alcanzará con eso el Olimpo del fútbol (sus victorias se olvidarán) pero de repente se debe hablar de la era Abramovich como una época exitosa. Seguro que Roman no ha mostrado el camino a seguir (más a menudo, el que no hay que seguir), pero una cosa está clara: el Chelsea es un equipo ganador, con la mentalidad dura de los que están curtidos en muchas guerras. Y por eso ganó ayer.

La banda sonora de la final se puso desde el principio. Tikitaka del Benfica y bumba bumba del Chelsea. Los portugueses entendieron que la mejor manera de llegar a la portería de Cech era por el camino más largo: tocando con muchos jugadores, incluidos los laterales, hasta encontrar huecos y aplicando velocidad en el último tercio. Mientras tanto el Chelsea, sin un mediocentro que les sujete arriba, se echaba atrás cada vez que el Benfica hilaba tres pases y acababa lanzando balones largos a la espera de un milagro.